Mauritania un país de Sahel, —que se extiende desde el desierto del Sahara hasta el Océano Atlántico— es un país con un ingreso mediano-bajo, donde la pobreza sigue siendo un gran desafío para más del 40% de la población. En los últimos años, Mauritania ha reconocido que el producto interno bruto (PIB) no ofrece una perspectiva completa del potencial económico del país, ni del crecimiento sostenible a largo plazo. Usando la metodología de “la contabilidad de la riqueza”, Mauritania ha podido estimar el valor real de sus activos.

Una parte considerable de la riqueza de Mauritania proviene de sectores no renovables, tales como mineral de hierro y depósitos de oro, petróleo y gas natural, recientemente descubiertos. El sector pesca contribuye de manera significativa a los ingresos del país.

“Estamos tomando una nueva perspectiva,” dijo Gianluca Mele, economista nacional del Banco Mundial para Mauritania. “¿Acaso queremos ver sólo el flujo de capital (usando el PIB)? Si, queremos seguir viendo el flujo de capital, pero también queremos ver las existencias de riqueza en que se basa toda la producción de bienes y servicios. Esta es la idea general del cálculo integral de la riqueza, que incluye la producción, el capital natural y el capital intangible (tal como el capital humano y social). Esta metodología, específicamente se focaliza en el capital natural y en el concepto de agotamiento.”

La contabilidad de la riqueza integral puede proporcionar un estimado del total de la riqueza de una nación, midiendo el valor de los diferentes componentes de la riqueza, a partir de datos o estimaciones de las existencias de las diferentes forma de capital. Es una herramienta especialmente útil para los países ricos en recursos naturales— donde más del 30% del total de su riqueza puede estar representada por capital natural.

Utilizando datos de fuentes nacionales e internacionales, Mele compiló la cuenta de riqueza para Mauritania, a mediados del 2013. Los resultados “crearon una ola de interés.”

Los hallazgos, que fueron compartidos con el Gobierno en una conferencia sobre el crecimiento verde a mediados del 2013 a la que asistieron representantes de muchos sectores y siete ministros, mostraron que la estimación de la riqueza integral del país es equivalente a alrededor de 60 billones de dólares americanos —44% de estos son derivados del capital natural, 44% del capital intangible y 12% derivado de la producción. Y de acuerdo a Mele, la cifras podría ser aún mayores que estas, debido a que la metodología empleada subestima la riqueza en algunos sectores.

“El Gobierno está muy, pero muy interesado en los números…la noticia tuvo un gran impacto en ellos,” dijo Mele.

La contabilidad de la riqueza, empleada como una herramienta en el protocolo de negociaciones de la Unión Europea (UE)

Los resultados de la contabilidad de la riqueza se dieron a conocer justo cuando el Gobierno estaba renegociando un protocolo para pesca con la Unión Europea.

El protocolo es importante para ambas partes —aporta aproximadamente 70 millones de euros de compensación financiera para Mauritania por año, por los derechos de acceso a la pesca en aguas de Mauritania (de los cuales, 3 millones de euros son en ayuda al desarrollo para el sector de pesca local) y para la Unión Europea es el más importante acuerdo n pesca, en términos de volumen, variedad de productos pesqueros y contribución financiera.

Obteniendo estimados cuantitativos de la riqueza en términos de rentas procedentes del sector pesca ayudaron a Mauritania a negociar con la Unión Europea.

“Estamos conscientes de que Mauritania se apoyó en estos estimados de riqueza para fortalecer su posición para negociar. Esto proporcionó un sentido práctico al estudio (en contabilidad de la riqueza) y trabajó a favor en términos del diálogo de políticas,” dijo Mele.

Construyendo la cuenta de riqueza

Mele identificó y reunió todos los datos necesarios durante más de tres meses. En algunas categorías se enfrentó a una falta completa de datos y en otros casos a la falta de datos confiables. En estos casos el hizo suposiciones.

Luego se adentró en el campo, “conectando todos los puntos” —hablando con el sector privado, con las compañías mineras que extraen hierro y oro y con los pescadores locales en el Puerto de Nouakchott. Les pidió información acerca de sus insumos, tales como costos de producción y cuánto combustible utilizaban.

Sus principales objetivos de investigación fueron: proporcionar un estimado de las existencias de diferentes formas de capital, usando una mezcla de datos existentes y de suposiciones, para calcular el ahorro neto ajustado (inglés), y comprender mejor de lo que el crecimiento sostenible requeriría en términos de administración de recursos renovables y no renovables.