H.E. Mr. Hongwon Chung, the Prime Minister of the Republic of Korea, addresses participants at the COP 12 High Level Segment on October 15, 2014. Photos by IISD/ENB

 

Por Valerie Hickey, Especialista Senior en Biodiversidad del Banco Mundial

8 de noviembre de 2014 – Hace poco regresé de Pyeongchang, Corea del Sur, donde asistí a la 12a reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP 12). Estoy muy complacida en informar que es tanto un COP de "desarrollo" así como un COP de biodiversidad, posicionando la biodiversidad como un contribuyente de soluciones en la agenda de desarrollo post-2015. Esta no fue una táctica para lograr la conservación por otros medios, realmente fue sobre "Biodiversidad para el Desarrollo Sostenible", tal como lo dice el acertado título del COP.

Panel tras panel, e incluso en las plenarias de alto nivel, un mensaje fue el más predominante: la fuerte interrelación entre la mala administración de los recursos naturales, la merma de la biodiversidad y su impacto en el crecimiento y el desarrollo. La conversación contrastó crudamente con otras en el pasado: ya no hablamos sobre el desarrollo y crecimiento como una amenaza a la biodiversidad, sino más bien en cómo la conservación, el uso sostenible, el acceso y la distribución de beneficios pueden impulsar la mitigación de la pobreza, fomentar el crecimiento verde inclusivo y promover la resiliencia, en un mundo que se está calentando.

COP 12 Mexico PresentationLa contabilidad del capital natural (CCN) surgió como una herramienta clave para ayudar a darle forma y a cambiar la conversación hacia soluciones; en transición del decreto del NO –"¡No, no se puede construir eso aquí! ¡No, no se puede desarrollar aquello allí!" – a un circunscrito más amplio y más inclusivo de "Si, podemos ayudar a construir esto de una mejor manera, desarrollar aquello más rápido y hacerlo más resistente".

Talvez el cambio más importante que la CCN ha propiciado es que en las últimas décadas, la conversación siempre ha propuesto que la biodiversidad es un bien público mundial. Pero es mucho más que eso – es un bien de capital que puede ser gestionado para proporcionar recompensas sostenibles a largo plazo a las comunidades y a los países.

El turismo de vida silvestre y arrecifes de coral impulsan el crecimiento en docenas de países, y atraen una gran suma de moneda extranjera, de otro modo irremplazable. Los servicios de los ecosistemas sostienen la productividad agrícola, lo que es cada vez más crítico, ya que se necesitará alimentar a 9 mil millones de personas para el 2050, mientras que en muchos de los países más pobres, la proteína obtenida de la vida silvestre y del mar siguen siendo la principal fuente de proteína.

 

Esto es lo que la CCN hace mejor: proporciona el lenguaje para conectar el ambiente y la economía en términos fáciles de entender: empleo y PIB. La Alianza para Contabilidad de la Riqueza y la Valoración de los Servicios de los Ecosistemas (WAVES) dirigida por el Banco Mundial, ha hecho esto en varios casos, desde mostrar la pérdida de ingresos por la tala ilegal en Guatemala, hasta las implicaciones de empleo al gestionar los bienes del agua de una manera diferente en Botswana y el manejo de las demandas del uso del suelo en las regiones ricas en biodiversidad en Filipinas.

Y la CCN no es solamente acerca de la contabilidad pública. También está creciendo como una herramienta fundamental para el manejo de riesgo en el sector privado y la industria financiera. Las decisiones de inversión para muchas empresas y la contabilidad de riesgo para muchos bancos dependen más y más de las perspectivas a largo plazo y de la disponibilidad de insumos necesarios para los negocios, muchos de los cuales son proporcionados por la naturaleza. Por ejemplo, el agua para la fabricación de cerveza o la polinización para la agroindustria. Como resultado, así como WAVES está trabajando con los gobiernos, la Coalición del Capital Natural (NCC) (inglés) está trabajando con empresas privadas y la Declaración del Capital Natural (DCN) (inglés) con el sector financiero. Conjuntamente la CCN, la NCC y la DCN pueden poner en marcha la realidad de que la movilización de recursos para biodiversidad es una inversión de capital y no una inversión irrecuperable. Es acerca de gestión de riesgos, crecimiento a largo plazo y generación de riqueza.

Es por eso que en Pyeonchang nos comprometimos a convocar una reunión a principios de 2015 para alinear la CCN, NCC y la DCN y así optimizar los resultados en las interfases políticas a través del panorama terrestre y marino. Fundamentalmente esto significaría un avance en el progreso del objetivo estratégico A de las Metas Aichi. Y así como todos nos volveremos a encontrar en Sydney la próxima semana para el Congreso sobre Parques Mundiales (inglés) y comenzaremos a planificar el próximo COP en México 2016, esperamos que este dialogo a través del espectro público y privado continúe uniéndonos hacia desbloquear el nivel de recursos necesarios para reponer la biodiversidad, lo que puede catalizar un crecimiento acelerado, inclusivo y verde para las familias, comunidades y países.